22.
ah…, luna…
¿debería llamarte luna?
¿aquí? desde esta terraza plateada
y ajena, en este barrio extraño
de casas bajas…
¿debería llamarte luna,
cosa que miro entre los cables de luz eléctrica?
Si bajara
y me fuera de esta fiesta
estaría perdida,
no conozco las calles
ni el valor de los números de colectivo
¿entonces,
debería llamarte, luna?
(...)
Tengo tanto alcohol
como una lámpara de campo
como una máquina
de combustión antigua
hago morisquetas para la luna
pero no soy como el fuego:
vino una mujer y dijo
“hay un gato dibujado en la luna”
vino otra mujer y trajo
un par de binoculares
vino otra mujer y abrazó y convidó
bebidas dulces como una gitana.
Vino un hombre y sacó fotos
No soy como el fuego.