Lo que olvidamos es que el cuerpo es una gran certeza.
Por ejemplo después de bailar extasiado en un leve efecto de marihuana, levísimo, practicar los pasos de baile hasta que comprendemos cuál es el ofrecimiento, por más torpe y atascado que esté el cuerpo, comprendemos el ofrecimiento y enseguida todo empieza a brillar como frotarse las manos, lo que se combustiona, la reacción química enloquecida, se enciende una fogata, somos un símbolo de fogata con el cuerpo.
Pasar por eso y luego escuchando la música, tocando una flauta, sentados, solos, con los gatos mirando cosas invisibles detrás nuestro, sobre nuestra cabeza y pensar, si hemos hecho algún tipo de invocación si algo trascendental sucediera, algo mágico, fuera de las leyes de la física, estaríamos frente al terror. No es preferible ser espíritu, de abandonar la certeza del cuerpo, tan claro como los animales que tengo enfrente, es una locura, es menospreciar la materialidad y su posibilidad hermosa de configuración, construcción, alimentación, de fuerzas.
2 comments:
me gustó el txt
pero
lo + es la letra negra sobre el fondo verde
si
para mi es igual
espíritu y materia
se llegan a tocar
sin menospreciar la medida
después de tanto rebalsar
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