El ruido de la batalla sube
y los latidos de nuestros corazones son las alas del crepúsculo.
Luego viene una palidez de mar
que nos deja en algún lugar del aire...
El ruido de la batalla va y viene con las palabras de nuestro destino:
vamos a vivir, al fin de cuenta, de rodillas,
o nos inclinaremos en nuestra casa sólo para el amor o la amistad?
De pie. Ni un segundo de hoja.
El alma toda nuestra en una fila, en una sola fila,
para, de ningún modo, ceder.
La vida no se merece
siendo un tallo que vuelve al suelo
en una curva que no quiere y para una caricia que no quiere...
La paz, siempre, oh, la paz,
ha sido la niña de nuestros ojos,
pero ahora sabemos que la paz no nacería
sino del gran tumulto de esa fila
que no dejará de sangrar su no y no y no, hasta la gota del suspiro...
Quo-Mo-Jo
Poemas Chinos traducidos por Juan L. Ortiz
regalo recibido en el día de la madre
1 comment:
Qué puedo decir? Un nombre hermoso (es lindo llamarse Bárbara, ese sonido, ese significado). Y vos, una mamá hermosa!
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