Saturday, August 21, 2010

algo para septiembre aplicable a otro tipo de revoluciones en diferentes campos y disciplinas

Lo que olvidamos es que el cuerpo es una gran certeza.

Por ejemplo después de bailar extasiado en un leve efecto de marihuana, levísimo, practicar los pasos de baile hasta que comprendemos cuál es el ofrecimiento, por más torpe y atascado que esté el cuerpo, comprendemos el ofrecimiento y enseguida todo empieza a brillar como frotarse las manos, lo que se combustiona, la reacción química enloquecida, se enciende una fogata, somos un símbolo de fogata con el cuerpo.

Pasar por eso y luego escuchando la música, tocando una flauta, sentados, solos, con los gatos mirando cosas invisibles detrás nuestro, sobre nuestra cabeza y pensar, si hemos hecho algún tipo de invocación si algo trascendental sucediera, algo mágico, fuera de las leyes de la física, estaríamos frente al terror. No es preferible ser espíritu, de abandonar la certeza del cuerpo, tan claro como los animales que tengo enfrente, es una locura, es menospreciar la materialidad y su posibilidad hermosa de configuración, construcción, alimentación, de fuerzas.