Friday, November 19, 2010

Exceso de Vata

Los puntos cardinales, los opuestos, los tres animales mágicos, la necedad, el aburrimiento, la sensación de pobreza de espíritu, la marca horrenda de la ansiedad, el recuerdo del canto.


Nada retiene la energía. Descubro que mi gato tiene algo de espíritu de sabio chino mandarín. Está acostada sobre un almohadón barato, verde, de flores rosa; todo al borde de lo fluorescente. Reza durante la noche. Los biólogos de la National Geographic y de los manuales dicen que no tienen explicación sobre por qué los gatos, los felinos en general, ronronean. Los biólogos de verdad no sé lo que dicen. Yo digo que rezan, más o menos hasta llegar al sueño profundo.

- ¡Es un mantra! – ¡es una microficción!, dirían los inteligentes…

Lo que no se puede controlar del pensamiento, lo nunca suficientemente bueno…, ansiedad…, no es como el canto..., oh, canto… de tus tres buitres salvajes solo he visto el plumaje negro, indefinido, por la televisión.

“mi cabeza va más rápido que el teclado” ¡que petulante! juro que lo leí en algún lado.
Entra Mar (uso su nombre de pasado de niño), (eso es, parte de la comedia), entra y me da la explicación taoísta de por qué las baterías se descargan, sí o sí, aunque la caaaaaaaaargue toda y la descaaaaaaaaargue toda también, que igual en tres años no va a funcionar porque no se puede retener por mucho tiempo la energía. Nada en el mundo lo hace. Quizás sí las piedras. Aunque luego se transformen en cosas del desierto.

Nosotros dos avanzando en una combi: -“Estos son grandísimos cementerios”.

Ahora, al fin llego, antes se había apagado la máquina: Almohadón fluorescente,
a-l-m-o-h-a-d-a-, palabras que me repetían y me repetían que eran de origen árabe.
Y así, cada vez, más pensé en un cisne y en un camello.

*

Un elefante comiendo una hoja.

Vaya día este
al borde de cruzar la calle
pensando

si es un precipicio

¡niño!

he visto esa preocupación


era //tin//ton// entonces


eran las campanas muy altas
antes de cruzar y llegar
a Rodriguez Peña,
a Rodriguez Peña.

Sunday, November 07, 2010

Sin maravilla


Ayer soñé. No hubo maravilla en el sueño. Compraba un kilo de café. Tomaba clases de flauta. Me golpeabas una puerta de madera con ventana, que era mi casa. Ya no podía abrirte ni invitarte un café como antes.

Ahora que lo pienso, un kilo de café jamás compro.

Y no tengo tiempo de tomar clases de flauta. Imagino que algún día saldré a tocar torpemente con los pájaros, que son para mí, como todos los animales, mis más queridos amigos.

Esta tarde baja plateada entre los edificios. Mi amor ha cambiado y está dentro de mí de un modo solitario.

Otra dimensión, como la de las nubes, como la del fondo del mar, como la música que emite un instrumento hecho de madera.

Hace una semana vimos una película donde bailar era la cosa más dulce.

Hace tres días compramos un libro donde un animal era la cosa más dulce. Salimos con el paquete y los tickets a buscar el colectivo, con una persona durmiendo con hambre y con sed en la frente.

Este poema, como la mayoría, parte de un cinismo y de una violencia extrema.

Wednesday, November 03, 2010

uno de comedia

Para mi amiga Carolina.

Se intitula: "qué hay que leer para la próxima clase"


no sé porque se fueron todos, me quedé sola.... aburrida en la clase, y sobre las casi cinco menos cuarto dió una consigna y huí, como una princesa sin zapato.

así que no sé y yo era

el último bastión.


el poema también se puede llamar "mi pobre corazón"