Lo que pasa es que están buscando la melodía. Eso es lo que los deja afuera: no hay melodía.
Te llamaré Margarite. Te llamaré la del Amante de la China del Norte. Serás en la casa de ella. Como ella. Con hermano furioso. Yo con madre triste en la casa de al lado. En la novela no nos conocemos. Existimos, tenemos miedos parecidos. Eso nos hace estar juntas. Esto.
Tengo miedo. Se abre en la mollera de la cabeza baja como espuma helada hasta la coronilla. Pienso en otra cosa. Verde que te quiero verde.
Vendrán los ninjas en silencio y cortarán mi garganta.
1 comment:
vamos todavía
Post a Comment